#ESTADOSUNIDOS / MUNDO – La oleada de inmigrantes que en su gran mayoría cruzaron la frontera sur del país, caminando desde países de suramericanos, que son enviados en autobuses desde Texas a Nueva York, no tiene pausas. Pero parte de este grupo de personas que sobrepasan los 4,000 en los últimos tres meses, requieren refugios temporales y servicios, demandas que siguen poniendo una prueba muy fuerte a una ciudad, en donde justamente esta semana, todo el sistema de refugios ha sido declarado como “mucho más que colapsado”.
En medio de la conmoción de esta situación de refugiados en la Gran Manzana, este martes la organización Caridades Católicas de la Arquidiócesis de Nueva York (CCNY), que brinda ayuda y servicios a los inmigrantes recién llegados, exigió a los gobiernos locales y estatales que ofrezcan una mirada “más seria y humana” a esta crisis.
“Estamos profundamente preocupados por el estado actual de las políticas que han resultado en que miles de solicitantes de asilo, sean transportados en autobús por todo Estados Unidos, sin la planificación adecuada”, dijo monseñor Kevin O’Sullivan, director ejecutivo de CCNY, desde su sede principal en Manhattan.
Hasta la fecha, los servicios comunitarios de esta organización han atendido a más de 1,500 nuevos migrantes que han llegado recientemente a la Gran Manzana.
En mayo y junio, se confirmaron de 5 a 10 llegadas de autobuses por semana; en la semana del 11 de julio hubo más de 25 y desde el 18 de julio en adelante, más de 200 personas llegaron por semana de acuerdo a los registros.
“Es un problema nacional
Esta organización está trabajando para establecer un centro de recepción, el próximo 25 de agosto, para ayudar a satisfacer la creciente necesidad de quienes llegaron huyendo de crisis políticas, económicas y humanitarias, en sus países de origen, apenas con la ropa que tienen puesta, sin recursos de ninguna índole y especialmente sin residencia, ni familiares.
“Como neoyorquinos, hemos decidido expandir nuestra capacidad para conocer este drama de los recién llegados. No vemos esto como un mero problema de la ciudad de Nueva York. Es un problema nacional. Como nación, debemos enfrentar esta crisis”, dijo monseñor O’Sullivan.
Asimismo, el cardenal de Nueva York, Timothy Dolan, al igual como lo ha hecho de manera persistente el alcalde Eric Adams y varios líderes electos neoyorquinos, están solicitando más asistencia federal para ayudar con la afluencia de inmigrantes que han llegado solicitando asilo y albergues.
En lo inmediato, la contingencia y la sobrepoblación de estos centros, ha sido atendida con la creación de 11 nuevos refugios que incluyen hoteles que fueron rentados por la Ciudad.
De acuerdo con los balances de esta organización católica, uno de los principales desafíos es brindar asesorías legales, además de facilitarle algunos recursos existentes, que les permita en esta primera etapa, por los menos, sobrevivir. Con el agravante, de que un gran grupo de ellos no cuenta siquiera con una dirección residencial para recibir correspondencia y poder seguir adelante en su interacción con los tribunales de inmigración.
CCNY tiene claro que por lo menos 300 inmigrantes corren el riesgo de faltar a las audiencias judiciales y eventualmente ser deportados, debido a complicaciones asociadas con el lugar en donde deben acudir a la corte. En muchos casos, son citas fuera del estado de Nueva York.
Fuente El Diario de New York