#COLOMBIA / MUNDO – Una colombiana, de 31 años de edad, quien fue monja por ocho años, decidió cambiar el hábito por un hombre. Tras enamorarse sintió que se había equivocado de profesión, y dio un completo giro a su destino.
Yudy Pineda nació en el municipio de Ituango, Antioquia, junto a su familia se mudó a Urabá donde inicio estudios en un instituto que era visitado por muchas monjas. Así nació su interés por la religión, despertó de manera inesperada admiración por las monjas.
Cuando cumplió 10 años de edad, tomó la decisión de enfocarse de lleno a ser hermana de Dios, por lo que se internó en un convento ubicado en Urabá.
Durante ocho años, Pineda se entregó al servicio. Sin embargo, sus sentimientos le jugaron en contra y la apartaron totalmente de su camino en el celibato.
La mujer, poco a poco, comenzó a tener una fuerte atracción por su profesor de catequesis y fue en ese entonces que empezó a dudar sobre la decisión que había tomado, pues sentía que estaba mal al ver a su profesor de todas las maneras posibles, menos como su guía y educador.
“Hablé con la hermana y le dije que no era correcto lo que estaba haciendo, me había enamorado y decidí salirme del convento”, confesó Yudy en ‘Caracol Radio’.
Desde entonces, su rumbó cambió de dirección a una profesión totalmente diferente a lo que fue su ocupación durante muchos años.
La exmonja decidió convertirse en modelo. No obstante, la sorpresa fue que se dedicó al modelaje erótico.
La joven ituanguina inició otra vida en la ciudad de Medellín, allí trabajó en una multinacional de alimentos y bebidas, conoció a un hombre del cual se enamoró y con quien tuvo dos hijos.
Aunque Yudy era feliz, en su hogar había necesidades que su sueldo en la multinacional no cubría por completo. Al ver que sus responsabilidades iban creciendo, Pineda estuvo buscando un trabajo con mejor salario.
Mientras hacía su recorrido en busca de empleo, coincidió con un hombre que le propuso hacer un casting para un portal web de modelos eróticas.
Así que, Pineda aceptó desnudarse frente a cámaras y grabar escenas de sexo para diversos sitios pornográficos.
“Conocí a una de las personas que llevan más de 10 años en la industria, asesorando y profesionalizando a las modelos. Me ha brindado demasiado apoyo”, aseguró en la entrevista al medio citado anteriormente.
Actualmente, Yudy tiene 35 años de edad y afirma que su nueva profesión le ha cambiado la vida, principalmente, en temas económicos. Además, asegura que no siente remordimiento por haber dejado de ser monja y haberse dedicado a la pornografía.
“Al principio me sentía mal, pero ya no. Me siento súper bien cuando voy a la iglesia porque siento mucha paz, mucha tranquilidad. Cuando entro, trato de ir lo más decente que pueda. Tampoco falto los viernes al grupo de oración, los sábados de vigilia y los domingos a misa”, expresó en la entrevista.
Hoy en día, para muchas personas, ser modelo webcam es un trabajo como todos; sin embargo, hay quienes lo ven diferente, lo juzgan y lo critican, como es el caso del sacerdote de la iglesia a la que asiste sin falta, ya que ha intentado convencerla para que deje de modelar desnuda frente a los hombres que pagan por dicho contenido.
“Mi empleo es digno y artístico. No tiene nada de malo”, asegura.
“A las personas que me critican mucho les digo, no importa a qué me dedico, pero Dios siempre va conmigo, así sea una actriz, una modelo, me esté masturbando, Dios siempre está conmigo”
Asimismo, también ha tenido que enfrentarse a sus hijos y, pese a que su hija lo entendió fácilmente, con su hijo fue más difícil atender la noticia.
El trabajo de Pineda, así como ella confirma, es de dedicar tiempo y ser creativa para ganar más dinero, por ejemplo, cada 15 días graba unas 40 horas y le pagan más de 2.500 dólares, que equivalen a 11 millones de pesos colombianos.
De igual manera, concluye con que se mantiene muy activa en redes sociales, pues allí vende 12 fotos y cuatro videos a 10 dólares (40 mil pesos colombianos).
Con Información de: El Tiempo