El viaje sin retorno, la peligrosa travesía para entrar a la isla Aruba

#ARUBA / ORANJESTAD – Eran las 7:00 de la noche de un 17 de marzo de 2020, cuando la familia Medina Calatayud junto a otras 14 personas harían el viaje que marcaría sus vidas; uno sin retorno. La embarcación fantasma zarpó en horas de la noche desde las costas de Falcón. Entre los tripulantes se distinguían dos menores, hijos de Mayra Medina, una joven madre, que decidió arriesgarlo todo por el porvenir de su familia.

Medina era esperada por su pareja en Aruba, quien contrató desde la isla los servicios al capitán de la lancha «La Encontrada». Colmada de sueños y con fe, Mayra que viajó junto a sus dos pequeños, Sebastian Calatayud de 10 y Kristhian Calatayud de 16 años respectivamente, pagó por una travesía prácticamente imposible de cubrir, pero con todo el sacrificio logró conseguir  gracias a su pareja los dólares para embarcarse en un viaje que duraría presuntamente unas dos horas y media. Supuesto tiempo estimado en arribar a las costas de Aruba.

En la zona de abordaje del navío «Tiraya», playa localizada en el punto más al norte de Venezuela, se reunieron todos los tripulantes. Con el equipaje en mano y sus documentos; zarparon a la isla de Aruba. 

Antes de salir; Mayra le escribió a su sobrina Irmervin Medina, quien nos relató que sus últimas palabras de despedida fueron «Hija yo te voy ayudar para que te vayas, allá te espero».

A las 4:00 de la mañana del 18 de marzo de 2020; el novio de Mayra llamó desesperado a sus familiares en el estado Falcón, para dar una terrible noticia; la lancha «La Encontrada» nunca llegó a su destino. 

El calvario comenzó; los parientes iniciaron una movilización para dar con el paradero de los desaparecidos. Un grupo se dirigió a la entidad policial del estado a notificar el caso el mismo día del infortunio, y el 23 de marzo ejecutaron la denuncia ante el Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas.

El 27 de marzo, unos días después, apareció un cadáver que pudo ser identificado. El de Eduardo Córdoba; el hallazgo fue descubierto en la playa Punta Espada, de la Guajira Colombiana, con visibles signos de violencia en su cuerpo, así fue informado a los medios locales por familiares. Córdoba habría tomado junto a los otros 16 desaparecidos la difícil decisión de emigrar del país venezolano debido a la crisis humanitaria que aún persiste; huyendo de la violencia, la inseguridad, las amenazas, y la falta de alimentos, medicinas y servicios esenciales.

Con los pocos datos recolectados las autoridades comenzaron con la averiguación; unos fueron capturados un mes después y otros decidieron entregarse ante los entes judiciales. Seis personas se encuentran detenidas, entre ellos; el capitán del navío, el mecánico, el funcionario del CICPC Roger Lugo, alias el «Bubalu» y tres sujetos encargados de cobrar y buscar personas.

Se desconoce con certeza lo que ocurrió; pero, durante las entrevistas los acusados aseguraron que; la lancha habría zozobrado. Sin embargo; esta historia según relata Damarys Arias, otro pariente de Medina y los niños Calatayud; es además de simulada, incongruente.

Dos presuntos navegantes de la encontrada, que señalaron ser víctimas del mismo zarpe,  estuvieron detenidos hasta el 30 de enero del año en curso 2022. Y fueron puestos en libertad por falta de evidencias acusatorias.

Han pasado más de dos años, y desde entonces no han localizado cuerpos, equipaje o algún indicio de esta embarcación. En la entrevista especial otorgada a La Critica Aruba, pudimos notar que, la esperanza de los dolientes permanece intacta ante el recuerdo de sus seres amados, sin desfallecer con más fuerzas que nunca, continúan con la búsqueda.

Las versiones desde que fue enunciada la noticia ha variado, algunos aseguran que siguen vivos y que fueron secuestrados y llevados a otro país por un grupo criminal de trata de personas; otros que se habrían ahogado a pocos minutos del zarpe; y el último relato y menos creíble que seguían escondidos en las costas por temor al Gobierno.

Esta historia relata la trágica espera de un grupo de familiares que ansían el regreso de sus seres amados. De personas que intentaron con desesperación salir de un país para cumplir sus sueños; que lo arriesgaron todo; no midieron el peligro ni las consecuencias y se atrevieron a escapar, de la pobreza, la hambruna y la necesidad.

¿A quien debemos culpar? al Gobierno venezolano por destruir un país tan prospero y con tantas riquezas; a las mafias de Aruba y Venezuela que se siguen lucrando de estos viajes clandestinos; o los inmigrantes que con angustia tratan de buscar una mejor calidad de vida.

Hoy alzamos la voz en nombre de cada ciudadano desaparecido y hacemos un llamado al Gobierno venezolano, y al Gobierno de Aruba, a tomar medidas urgentes para erradicar estas organizaciones criminales que son dirigidas por los mismos funcionarios de cada estado. Y a los entes judiciales venezolanos a brindar información fehaciente a los afectados que aguardan por una respuesta convincente.

En este reportaje queremos brindar tributo a todas las víctimas que han tomado rutas informales y que se han visto forzadas a desplazarse, elevamos nuestra voz con este relato que cuenta la travesía de;  kristhian Calatayud, Sebastian Calatayud, Mayra Medina, Alex Reyes, Henry Chirino, Ender Manzano, Juan Hurtado, Junior Parra, David Revilla, Reunirlo Refunjol, Ian Rosales, Miguel Hernández, Yoel Hernández, Mauricio Hernández, Estefaní Contreras, y Eduardo Córdoba quien fue localizado muerto en la costa Colombiana. Este grupo de inmigrantes, representan la punta de un Iceberg que amerita ser tratado con urgencia, entre Aruba y Venezuela, países que se encuentran involucrados directamente en el tráfico de personas. 

Por Esperanza Luna

La Critica Aruba 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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