#TRINIDADYTOBAGO / INTERNACIONAL – El Ministerio de Seguridad Nacional de Trinidad y Tobago informó este viernes, 11 de febrero, la deportación de 35 migrantes venezolanos que viajaban en la embarcación que fue interceptada y tiroteada por la Guardia Costera de este país, el pasado 6 de febrero.
En el hecho murió el niño Yaelvis Santoyo Sarabia, de un año y cuatro meses de edad, tras el impacto de un proyectil disparado, mientras que su mamá quedó herida y fue trasladada hasta un hospital para su recuperación. El resto de los migrantes fueron detenidos en el Helipuerto Militar de Chaguaramas.
Las autoridades locales, junto a representantes de la embajada venezolana en Trinidad y Tobago, evaluaron al grupo para asegurarse de que ninguno de los migrantes era víctima de tráfico humano, detalla el comunicado que fue difundido en Twitter.
«A través de este ejercicio se mantuvo la cooperación entre las Autoridades venezolanas, tanto civiles como militares. Esto fue para garantizar la preservación de la seguridad de los ciudadanos de ambas naciones”, señala el comunicado.
La familia del bebé migrante venezolano asesinado por los guardacostas trinitenses busca que el Ministerio de Seguridad Nacional de Trinidad y Tobago les otorgue permisos para permanecer en ese país y no ser deportados, informó su abogado el pasado jueves, 10 de febrero.
Fuente El Pitazo